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jueves, 30 de septiembre de 2010

si..

Mientras tanto, el juego se convirtió en adicción, la introducción de humo en tu interior matando tus pulmones poco a poco, se convirtió en daño irreversible. Con dedos amarillos y tu aliento a cenicero. Tus manos pierden su valor, al ver pasar tu vida con un cigarro entre los dedos. Con-su-mién-do-te la vida, en cada calada, para un futuro con pulmones de carbón. No hay razón, lógica ni beneficio, para tal acto… y todos tus justificantes, son simplemente la atribución a una adicción que ya es difícil de parar… y que no eres capaz de parar.


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